Oct 7, 2010

Sobre las Ciencias de la Información: ese asunto de lo tecnológico y lo social

Por: toto

        Es una realidad actual que las Ciencias de la Información tienen un reconocimiento dentro de las áreas profesionales que, aunque no es del todo satisfactorio, si puede visionarse como un escalón que puede posibilitar notablemente su ascenso en la escala de reconocimiento académico de las profesiones. Encontrar hoy profesionales de estas áreas ejerciendo en ámbitos administrativos y archivísticos, o asesorando potenciales proyectos bibliotecarios y de lectura, y debatiendo en espacios interdisciplinarios es el presente panorama de este quehacer.

        Sin embargo, se plantea la siguiente reflexión centrada en el tema que tiene que ver con el enfoque que, se percibe, se le está dando a la profesión desde lo institucional y desde el propio ejercicio.

        En términos generales se podría decir que el ejercicio de esta área del conocimiento se mueve en cinco (5) ámbitos de trabajo: lo administrativo y archivístico, lo técnico y lo tecnológico y lo social; ámbitos cuyo quehacer debe dar respuesta a las exigencias de la sociedad de la información, a partir de la cual se rige el trasegar económico, político y sociocultural del mundo postmoderno, y cuya principal característica es la continua y veloz innovación de los procesos. Dice Augusto Augury “en el pasado, el volumen de información se duplicaba cada 200 años, ahora se duplica cada cinco años” [ 1], es decir, se podría aludir que esta desmesurada explosión de información favorece sustancialmente la labor de las Ciencias de la Información, en tanto, entre otros aspectos, se da respuesta a las demandas de tal sociedad.

        Ahora, el asunto complejo está en el hecho de que esa continua y veloz innovación, implica que en ocasiones determinadas labores o procesos no tengan el tiempo necesario para reflexionarse y replantearse. En el caso específico de las Ciencias de la Información, pareciera que ciertos perfiles de la profesión estuvieran enfocados a responder desde su ejercicio, a características de "tecnificación" donde los profesionales se "especializan" en tareas de memorización y repetición, sin generar un valor agregado que permita crear unos parámetros de distinción entre lo técnico y lo profesional, entre lo tecnológico y lo social, de ahí, que es común ver en el proceso de catalogación, por ejemplo, profesionales de Historia y hasta de Literatura realizando el mismo trabajo, lo que no se plantea como un desacuerdo en la medida que estas otras profesiones asuman el conocimiento de tal ejercicio, sino que esto resta profesionalización a nuestra área. Igualmente se evidencia en el ámbito administrativo, profesionales desaforadamente tensionados por cumplir con estadísticas, programaciones y eventos, sin hacer un freno para concebir las necesidades reales de los usuarios a quienes presta servicios la unidad de información. En esta medida, valdría la pena reflexionar alrededor de la pregunta: ¿será que los profesionales de la Ciencias de la Iformación hoy, estamos ejerciendo bajo el mismo ritmo acelerado de la sociedad de la información sin percatarnos que estamos dejando de lado el trabajo en pro de la comunidad usuaria?

          Es fundamental la actualización del conocimiento y del ejercicio profesional en la actualidad, pero a lo que no se puede llegar es a que la profesión que concibe, procesa y difunde la información se traduzca en un ejercicio de manejo “técnico” donde se responda solo a la premura inmediatista de la labor - Una cosa es la automatización de los quehaceres, pero otra cosa es la automatización del pensamiento -

          Son muchos los debates que han surgido alrededor de la propuesta de sociedad del mundo actual, en tanto es una propuesta enmarcada en el facilismo, la frivolización, la desechabilización y la deshumanización en la que, poco a poco hemos caído. Pero en la medida en que la sociedad, los ámbitos culturales y las instituciones repiensen su quehacer frente a tal propuesta, se puede generar una contrapropuesta a partir de la cual, por una parte se cumpla adecuadamente a las necesidades de la sociedad de la información, pero al mismo tiempo se tenga conciencia y crítica para asumir posiciones claras frente a la razón de  ser, de labor que se ejerce.

         De ahí entonces, se considera necesario el replanteamiento del enfoque que se le ha estado dando a los currículos de formación bibliotecaria. Las Ciencias de la Información deben también contemplar y enfatizar la formación, desde una estrecha relación entre el desarrollo tecnológico y la concepción sociológica de la realidad. Concientizar el pensamiento del profesional de la información con elementos que respondan, tanto al boom tecnológico, como a lo que implica, en términos de las relaciones con el otro y con lo  otro,  asumir este boom.

         La Concepción de ciencia o disciplina que se le pueda dar a la profesión requiere percibir con claridad su objeto de estudio para poder proyectarla a la sociedad en general, como una de las profesiones con un sustento teórico y metodológico que puede posibilitar un ejercicio enmarcado en un carácter de Ciencia Social y Humana. Pero también se necesita que el profesional se repiense, se exprese y se “haga” como tal. Que su discurso y su quehacer esté ejercido por una clara concepción y posición frente a las distintas problemáticas de la realidad, de la actual realidad informacionalista que ha permeado bruscamente el vivir en sociedad. La tecnocracia no puede ser la proyección de una profesión que implica también un directo trabajo con comunidades, y con comunidades cuyo único lazo de conexión con el conocimiento y con el mundo, por ejemplo, es la Biblioteca, y en específico con las personas que allí laboran.

         Temas como el libre acceso a la información y a la cultura, la construcción de sujetos críticos y reflexivos, la construcción de ciudadanía… deben debatirse constantemente en los espacios donde el profesional de las Ciencias de la Información ejerza, lo que implica pensarse más allá de las excusas misionales o visionales - en razón del caracter de la unidad de información donde se ejerce - para poder seguir construyendo una disciplina o una ciencia que está muy ligada a lo socialhumano, recordando además, que no se puede olvidar que todo este boom tecnológico es propiciado, procesado y manejado por lo humano.

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[1]. AUGURY, Augusto. “Los maestros deberían cobrar más y trabajar la mitad”. En: revista virtual Acción Educativahttp://accion-educativa.webnode.es/news/los-maestros-deberian-cobrar-dos-veces-y-trabajar-la-mitad/ - Consultada el 6 de septiembre de 2010 


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