Las propuestas teóricas y metodológicas habidas y por haber respecto al acto de Leer, exponen gran variedad de posiciones con las cuales se pretende innovar entorno al tema. Posiciones que no son más que planteamientos redundantes cuya distinción es la utilización de términos.
Sin embargo ya existen autores que han venido replanteando dichas propuestas con el objeto de dinamizar, a la par con el mundo, todo lo relacionado con la Lectura y su manera de ser difundida y promovida. Los “nuevos modos de leer” como se ha venido exponiendo en espacios como la Escuela Interamericana de Bibliotecología, la Corporación Semiosfera – Bello – la Biblioteca Pública José Maria Vèlaz Fe y Alegría, entre otros, se han transformado en “talleres” en los que se está tallando una nueva propuesta metodológica de la Lectura.
Así, como bien se ha expuesto en varios encuentros profesionales, “los nuevos modos de leer” enmarcan todo lo relacionado con el individuo y su razón de ser, es decir, y para ser enfático, para leerles, primero leerlos, esto es, los individuos/usuarios que llegan a las Bibliotecas, en especial las Bibliotecas Públicas, son hijos, hermanos, estudiantes, algunos trabajadores, muchachos de barrio, amigos, etc. y por lo tanto se hace necesario la creación de políticas bibliotecarias/institucionales con el objeto de que, a partir de allí, se creen proyectos y planes de Lectura/Culturales, esta última desde su connotación antropológica, y ofrecer a la sociedad, aunque suene un poco utópico, individuos con una mirada reflexiva, comprensiva, critica y de proyección frente a la misma. Es decir, más que formar usuarios/lectores, es apuntarle a un real y mejor formado INDIVIDUO SOCIAL.
