Jul 23, 2007

Del dicho al hecho…más vale tarde que nunca

Por toto

Cuando ya en todos los tonos se sabe de la descomposición moral, se habla desde la ética, e igualmente, y por ende, de la descomposición social, familiar y personal de los individuos quienes no teniendo ni siquiera la voluntad y disposición hacia el Libro y la Lectura, solo aceptan las propuestas mercantilistas cuyo desenlace es el consumismo descomunado, la practicidad así sea pisoteando ideales y vidas inocentes para lograr “objetivos”. Y asimismo, el desgano por plantear propuestas y discusiones entorno a temas de cotidianidad como por ejemplo la relación con los otros, imagínense un mundo bibliotecario, y específicamente el que se propone desde el área de Promoción de Lectura, desde el cual los individuos que allí entran, salgan luego con la satisfacción de haber llenado, no a cabalidad, pero sí en un alto nivel sus vacíos psicosociales, y como diría un conocido profesor, sus vacíos del alma.


Luego de escasos cinco (5) años de ejercicio profesional, y especialmente en lo concerniente al área de Promoción de Lectura, se hace a veces demasiado frustrante el presenciar que promover lectura en instituciones públicas y privadas, bien sea con algunos niños, casi el total de los jóvenes y de algunos adultos, se perciba que no se dejó escrito en alguna parte de su ser interior un texto reflexionante, o de crítica, o de contraposición frente a su realidad. Bienvenidos quienes, ¡con hechos!, acallen esta posición que solo pretende dimensionar a su estado normal, la casi total indiferencia por parte de la población mencionada con relación a los espacios de encuentro con el Libro, así se tenga los recursos adecuados para lograr crear expectativas en dichos individuos y los espacios de Lectura.

Si se pudiese hablar de culpables, ¿a quien corresponde tal involuntad personal para con la Lectura? ¿Al estado…? Pero si los individuos e instituciones somos quienes lo conformamos. ¿A las mal orientadas propuestas gubernamentales? ¿A las tergiversadas prácticas sociales por parte de proponentes y practicantes? ¡Yo diría que la culpa es de la vaca!


En la medida en que quienes estén responsabilizados, tanto instituciones como las personas que allí ejercen, en específico estos últimos, no aprovechen sus momentos de reflexión cuando - luego de una jornada de trabajo se encuentran con el quehacer familiar, las limpias y blancas palabras maternas, o la mirada de negación del hermano, o el beso y la sonrisa sin dientes de los sobrinos bebes, o aquel plato de comida tradicional - y tengan un poco de pensamiento encaminado hacia ser correctos en lo más posible al día siguiente, se seguirá presenciando, como bien lo diría la inolvidable Celia Cruz que “dongo le dio borodongo, borodongo le dio…” , estos es, desde la dirección se habla, por ejemplo, de la importantísima reunión que se va tener con el doctor “yogurt” , entonces los pocos recursos que se puedan tener para tal actividad de Promoción hasta allí llegaron. Por lo tanto, la recursividad del Promotor, en este caso, se reduce a que, como no se le dio el recurso para comprar la pintura, pues no se tenía el plan “B” para plantear otra propuesta, y así en lo sucesivo. ¡La culpa es de la vaca! si los juegos de conciencia, cada quien, no los enfoca desde perspectivas de compromiso social como profesionales del área de las Ciencias SOCIALES Y HUMANAS como es en la que esta inmersa la nuestra. Pregunto entonces ¿Qué será lo social y qué lo humano?

Alguna vez en una de las aulas de clase mientras me “formaba” como Bibliotecólogo una profesora lanzó una frase que se me encajó en la parte más profunda, y a la derecha del costado izquierdo de mi alma: “En ocasiones dejamos de hacer lo urgente por hacer lo importante” y como lo importante es preparar eventos de gran magnitud a los que asistan personalidades de renombre…

-
¡Claro Robustino, ¿cómo no ir al encuentro? si viene la doctora “corazón” a exponer su famosa teoría!
- Pero, Nanelga… ¿y quién es la doctora “corazón”?
- ¡Cómo así! ¿Es que no te han dicho que acaba de llegar de Transilvana luego de casi diez años de ejercicio profesional como subdirectora general con énfasis en Coctelería y Turismo de la institución Cultural “Pura Sangre Comunitaria”,
– Lo que pasa Nanelga es que no te imaginas todo lo que me ha tocado hacer en estos últimos meses para conseguir la carpa, las mesas, el refrigerio y otras cosas para la actividad literaria que se nos ha convertido en uno de los espacios culturales de mayor demanda por parte de la comunidad…

No se trata de ser populista, pero la sinceridad y, como también lo diría el profesor antes mencionado, en cuanto que la satisfacción aumenta al trabajar “desde abajo…desde la base” Trabajar desde la base no se trata de pensar como debajo de una mesa, sino en plantear propuestas que enmarquen una lectura basada en la percepción del individuo como ser y como hacer social, lo que implica una labor de conciencia y profesionalismo con la que se pueda generar espacios de reflexión, entre otros.

Imagínense nuevamente una biblioteca donde, entre quienes allí ejerzan se encuentre Psicólogo, Sociólogo y Bibliotecólogo mancomunados en la elaboración de proyectos PsicoSocioBibliotecológicos. ¿Se imagina los usuarios? Creo que así, sí se podría hablar de Formación de Usuarios, por ejemplo, pero también de individuos.
El hecho está en que por un lado el trabajo Bibliotecario y de Promoción de Lectura y, de acuerdo a sus esfuerzos, plantea propuestas en cierta medida adecuadas para “llevar” a los individuos asistentes hacia un encuentro con el Libro, la Lectura, la historia, su historia y sus entornos. Pero también está la realidad de la falta de voluntad y poca disposición por parte de las comunidades mencionadas líneas arriba que no tienen el más mínimo interés de encontrarse con el libro porque es mejor el Ipo, por ejemplo… Como diría el famoso grupo salsero colombiano Son de Cali: “¿Y entonces…?”
























Lo oscuro de un tinto


Traspasando límites de sensibilidad,
llegó, cuan desastre natural.
Porque no se niega que es natural
Irrumpió y amordazó las hojas de un árbol
que todavía percibía, daría frutos.
¡Pero, así es ese manto!
No cubre lloviznas.
No es tela para pintura.
No es sombra para el calor.
Pero, ¡sí es un manto rodeado por flores
cuyo pistilo yace seco…!


El olvido es la desesperanza para quienes nunca aman.
Por ello estarás tan lejos de mí que ruego no volverte a ver…

¡Te hablo a ti olvido!

¡Porque no permitiré,
que las huellas de unos pies lavados por la sonrisa disfrutada,
se sequen con el vaivén del tiempo!

Solo espero,
que la distancia se acorte cuando se encuentre con tu conciencia,
y te muestre aquel espejo “blanco”,
para que la tranquilidad te permita llegar más ligero…

Un adiós,
un abrazo,
un beso…
Y esperaré se repita la tasa de tinto a tu lado,

¡Así para entonces esté frío!

(Palabras para mi difunta hermana julio 27/2007)

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